Hotelería menos tradicional

Más oportunidades en Argentina, no sólo para grandes hoteles
por Gustavo Paniego (*)
Muchos piensan que la oportunidad de inversión en el sector
hotelero es sólo para aquellas personas que tienen una disponibilidad de
capital muy grande. Es cierto que en el caso de querer tener un negocio del
tipo de los hoteles convencionales la necesidad de capital es una barrera de
entrada importante, lo que hace que este tipo de negocio sea para muy pocos.
Sin embargo, existen algunos segmentos o nichos de mercado que
pueden ser llamados de hotelería no
tradicional, o al menos no de la forma en la que muchos consideran que es un
hotel, para los que la cantidad de dinero que se necesita no es tan grande. Al
dar una mirada a algunos de estos nichos yendo de menor a mayor en cuanto al
monto de inversión ubicándonos en la ciudad de Buenos Aires, vemos que las
posibilidades son crecientes y no son pocas.
Un público joven que demanda
En primer lugar encontramos una creciente oferta de
departamentos amoblados destinados al turista. Para ingresar en este sector se
debe disponer de un departamento de entre 1 y 3 ambientes (en algunos casos se
puede pensar en unidades de mayor tamaño). Estos inmuebles deben estar
equipados confortablemente, es decir que deben tener TV, reproductor de DVD,
cafetera, tostadora, microondas, juguera o exprimidor eléctrico, conexión a
internet y línea telefónica. Se debe brindar, incluido en la tarifa, un
servicio de mucama y recambio de blancos (sábanas y toallas) por lo menos una
vez a la semana. Generalmente el público que consume este tipo de producto
permanece entre una semana y 1 mes, siendo las tarifas inferiores a las de la
hotelería tradicional. La oferta de estos productos se realiza generalmente por
medio de internet y la cobranza es en efectivo al momento de ingresar a la
propiedad a lo que se debe sumar un depósito en garantía por eventuales roturas
y / o faltantes.
Otro segmento atractivo es el de los hostales. Este tipo de
negocio ofrece habitaciones y baños compartidos, un lugar para calentarse la
comida o cocinar algo muy sencillo, computadoras con acceso a internet, máquinas
de lavar con fichas y una sala común. El público está conformado por gente
joven, en muchos casos mochileros (los llamados backpackers) que quieren
conocer destinos turísticos sin gastar mucho en alojamiento y comidas.
Estos
emprendimientos, que han crecido mucho en este último tiempo, se ubican en
propiedades antiguas con muchas habitaciones, las que se equipan con camas
marineras de manera tal que puedan alojar hasta 8 personas.
La tarifa se cobra por dormir (cama) y por lo general no incluye
servicios adicionales. La inversión necesaria para este tipo de emprendimiento
no es muy grande ya que en muchos casos las propiedades en las que se realiza
esta actividad son alquiladas y el costo del equipamiento es muy bajo dado que
lo que se busca es la durabilidad y no el diseño. Dado el perfil del público
que consume este tipo de producto (gente muy joven) el canal de venta más
importante es internet, seguido muy de cerca por el “boca a boca”.
Servicios básicos para todos
Ya pensando en una inversión de mayor importancia nos
encontramos con los hoteles llamados Bed & Breakfast. Este tipo de
hotelería nació sobre el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los soldados
norteamericanos que volvían de los frentes de combate eran acantonados en las
ciudades costeras donde iban a ser embarcados para retornar a su país. Esto
trajo aparejado un gran déficit de espacio para alojar a los mismos, por lo que
desde el Gobierno se pidió a la población que brindaran a estos soldados un
lugar para dormir (una cama) y un desayuno a un precio razonable. De ahí nació
la denominación Bed & Breakfast, la que comenzó a difundirse por muchas
partes del mundo. En nuestro país era totalmente desconocida hasta hace algunos
años.
Si bien en el mundo estos establecimientos brindan sólo cama y
desayuno, sin más servicios adicionales, en nuestro país existe una gran
variedad en la oferta. La primera
división que encontramos es en la estrategia que muchos han adoptado y que
tiene un claro enfoque en la diferenciación, mientras que otros hacen eje en
los costos.
El enfoque de diferenciación apunta a un segmento de mayor poder
adquisitivo que quiere salir de los lineamientos tradicionales de la hotelería
y compenetrarse más de la cultura local, lo que lleva a que la oferta sea de
cierta sofisticación. También se encuentran unidades de negocios temáticas,
siendo uno de las armas más utilizadas el del tango. Hoy este icono de nuestra
cultura es uno de los más demandado por los turistas. Es por ello que los
propietarios ofrecen no sólo los servicios propios de un hotel sino que han
agregado negocios adicionales tales como clases de tango, venta de souvenir
relacionados con el tango, excursiones temáticas, venta de zapatos y vestimenta
para tango y otros.
El otro enfoque, el de costos, apunta a brindar un servicio más
básico y en consecuencia la tarifa es menor. Busca aquel público que quiere
alojarse en un establecimiento en el que se perciba la cultura local pero sin
que esto lo segmente o acote dentro de una determinada temática y al mismo
tiempo pagar un precio inferior.
Mayor lujo y sofisticación
Cuando se tiene una mayor disponibilidad económica podemos
pensar en los hoteles boutique. Esta denominación ha sido tomada erróneamente
por algunos de los B&B. Utilizan la palabra boutique junto con su nombre de
fantasía para significar una cierta diferenciación. Los hoteles boutique son
unidades de negocio de no más de 60 o 70 habitaciones en promedio,
caracterizados por tener mucho lujo y un cuidado nivel de servicio. En alguna
medida compiten con los hoteles de 5 estrellas aunque no tienen todos los
servicios complementarios que estos ofrecen como por ejemplo piscina, dada su
dimensión más reducida.
Este tipo de hotelería es bien recibida por aquellas personas
que buscan un nivel de atención excelente, muy personalizada, sin tener que
alojarse en hoteles de gran tamaño y por lo tanto muy impersonales. Las tarifas
de estas unidades de negocios están, muchas veces, al nivel de los hoteles 5
estrellas pero recordemos que el tipo de servicio que brindan implica una gran
cantidad de personal y al mismo tiempo no se logran ingresos de otros puntos de
venta mas allá del venta de alojamiento.
Hoy podemos afirmar, entonces, que la hotelería es una actividad
muy atractiva. La alta tasa de rentabilidad y los distintos formatos de negocio
permiten que muchos inversores se vuelquen a este negocio. Pero no debe
olvidarse que es un negocio complejo de 24 horas por día los 365 días del año
en el que el cliente duerme en casa y demanda muchos otros servicios aparte del
de alojamiento. El turismo ha llegado a la Argentina y con él la posibilidad de
desarrollar nuevas oportunidades de negocios.
(*) Articulo publicado en Gerencia de Hoteles
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